La madrugada de este viernes aproximadamente a la 1:00 de la madrugada, se perpetró un ataque en contra de ocho estudiantes por 10 sujetos armados.
Se trata de cuatro hombres y cuatro mujeres estudiantes de Derecho, Filosofía, Pedagogía, Ingeniería, Administración, Sociología e Historia, todos de la Universidad Veracruzana, de entre 19 y 32 años de edad.
Los atacantes llegaron con armas largas, machetes, palos y bates, cubiertos con pasamontañas y equipo táctico, expuso el activista y estudiante de la Casa de Estudios, Julián Ramírez.
Los jóvenes se encontraban celebrando el cumpleaños de uno de ellos en una casa que no contaba más que con una pieza y un baño, por lo que no tuvieron hacia dónde escapar.
Las lesiones de los estudiantes son: machetazos en la cara, heridas de arma punzocortante en diversas partes del cuerpo, fracturas en brazos, craneo, y otras partes del cuerpo, contusiones múltiples, dislocación de mandíbulas, pérdida total de la dentadura a consecuencia de los golpes.
Aún se desconoce si hay daños internos pues están en el Centro de Especialidades Médicas donde se le realizan diversos estudios.
Julián Ramírez explicó la mañana de este viernes en el área de urgencias de dicho hospital, que los jóvenes no pueden dar su aprobación para la divulgación de sus nombres debido a la gravedad de sus lesiones, mientras que otros están aterrados o en shock.
Después de golpear "salvajemente" y con sadismo, los sujetos armados se llevaron los celulares de los estudiantes así como sus computadoras portátiles.
Refirió que durante los hechos lo que expresaron los atacantes en contra de los jóvenes fueron insultos y advertencias. A los 10 minutos llegaron elementos de la Policía Estatal a bordo de cinco patrullas, pero sólo identificaron a la marcada con el número 202623.
El Líder estudiantil aseguró que luego de permanecer 30 minutos aproximadamente en el lugar de los hechos los policías estatales se retiraron, sólo se enfocaron en sacar los datos generales de las víctimas, pero recibieron la "visita" de hombres vestidos de civil a bordo de un Pontiac blanco, quienes a su vez hicieron una serie de llamadas y a los pocos minutos lograron que los elementos de la SSP se retiraran a toda prisa.
En ese momento los jóvenes se quedaron sin protección y comenzaron a decir: ¡ayuda, cúbranos, nos van a matar!
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