Heather era la menor de 2 hermanas, y fue concebida junto a un hermano mellizo que no llegó a nacer. Sus inicios en la pantalla fueron realizando campañas publicitarias para reconocidas marcas como McDonalds y Mattel. De muy pequeña, ya a los 3 años ganó un desfile local llamado "Pequeña señorita", bailando con su hermana Tanny de 7 años. A los 5 años hizo su primera aparición en TV al aparecer en la publicidad de la juguetería Mattel, y más tarde para McDonalds.
En el año 1980, su hermana Tammy consiguió un papel de bailarína en la pelicula de la MGM Pennies From Heaven (conocida en España como Dinero caído del Cielo). Las filmaciones se estaban realizando en una comisaría, y su madre solía quedarse con ellas a comer en los almuerzos diarios del rodaje. Ahí fue donde el director y guionista Steven Spielberg, quien buscaba ansiosamente a una niña para interpretar un papel terrorífico en su próxima película, Poltergeist, observó a esta pequeña rubia de unos 4 ó 5 años y no dudó en invitarla a presentarse al casting. Las primeras palabras de ella hacia el famoso director fueron "no se me permite hablar con extraños". Sin embargo, tras realizar las pruebas de cámara, Heather reaccionaba con risa en lugar de espanto, lo que llevó al director Tobe Hooper a desestimarla. Aún así Spielberg estaba convencido de que no se había equivocado. Fue a buscarla a su casa, habló personalmente con sus padres y le llevó una historia de miedo que le leyó personalmente. Tras insistir, la niña terminó asustándose hasta llorar y su rostro sedujo las intenciones artísticas del director. Finalmente fue contratada.
Ella contaba que le tenía miedo a las películas de terror, que nunca había querido ver una. Los compañeros del elenco comentaban su sorpresa al ver que mientras todos estaban nerviosos intentando recordar el guión, ella estaba sentada tranquila esperando que la llamasen para filmar.
Después de filmar la primera entrega, Heather comenzó a caminar en un terreno más ancho en el mundo del espectáculo, realizando apariciones en series televisivas como Chips, Webster o Happy Days.
Enfermedad y prematura muerte
Sin embargo, todo tendría un final trágico. Tras el gran éxito de Poltergeist II, la MGM decidió realizar la tercera parte con expectativas aún mayores. La niña comenzó a mostrar unos extraños signos, que según su madre comenzaron en 1987, entre los que predominaban las náuseas. Estos hechos ocurrieron en su casa situada a 120 millas de Los Angeles, comprada por su madre con el dinero recibido por la película. Allí vivía junto con su hermana y el nuevo marido de su madre, quien se divorció del padre de las niñas después de la primera película.
Tras este y otros síntomas, como la hinchazón de sus piernas, la madre la llevó al Hospital Kaiser aprovechando un plan médico que había obtenido su ex-marido, y la dejó ingresada para que le realizaran diferentes pruebas. Estas pruebas determinaron que tenía dentro un parásito llamado Giardia, el cual eliminaron dándole Flagyl. Aún así, su madre decidió llevarla a un control general antes de realizar la filmación de la tercera parte de la saga, cuyos resultados dieron que el parásito ya no existía aunque todavía presentaba inflamaciones. Finalmente le diagnosticaron la enfermedad de Chron, y le recetaron cortisona y sulfato.
Antes de comenzar la filmación de Poltergeist III, decidieron mudarse a un apartamento por recomendación de los médicos, quienes aconsejaban mantenerse lejos de las montañas porque es una zona propicia a parásitos. En 1987 viajaron a Chicago para realizar durante 3 meses la filmación de la película. La niña no volvió a presentar síntomas. No obstante, decidieron llevarla a un médico privado para retirarle la cortisona ya que le estaba provocando una hinchazón en su cara y lo que ella denominó "cuello de ardilla", lo que la avergonzaba bastante. Como celebración de la finalización del rodaje, decidieron llevarla a Disneyworld, donde se la vio muy contenta. Todo hacía parecer que aquella enfermedad era historia.
En la mañana del 31 de enero de 1988 los síntomas reaparecieron. Heather se levantó vomitando, y el médico le aconsejó beber Gatorade para el estómago. Al día siguiente comenzaron los problemas más graves: al intentar comer tostadas, no podía tragar, sus dedos se ponían azules y respiraba muy rápido. El estómago se le hinchaba, por lo cual su madre llamó urgentemente al médico quien ordenó que se la llevaran lo más pronto posible. A los 20 segundos de colgar la niña cayo al suelo desfallecida. El diagnostico fue de "shock séptico". Al viajar hacia el hospital El Cajón, aún consciente, pudo responder que se sentía bien y decirle por última vez a la madre que la quería. Una vez llegada e internada, sufrió un paro cardíaco y pérdida total de la conciencia. Tras unos segundos lograron revivirla y la trasladaron al Hospital Infantil y Centro de Salud de San Diego, donde llegó en estado crítico. Después de un par de horas, sus padres fueron informados de que Heather había sufrido un nuevo paro cardíaco y que tenía las pupilas dilatadas, lo que significaría un posible daño cerebral. Los médicos pidieron permiso para realizarle una cirugía exploratoria en su abdomen, al sospechar que podría tener obstruido el intestino. Luego de lograrlo, se dieron cuenta que había sido demasiado tarde. Fue declarada muerta a las 14:43 del dia 1 de febrero de 1988.
La despedida tuvo lugar el 4 de febrero en el Lakeside Memorial Chapel. Al día siguiente se realizó el entierro en el Cementerio Westwood Village Memorial Park.
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